Bitácora n° 14: la última...
Ya está acabando el año para nosotros, al igual que muchas actividades y demás. Nuestro proyecto ya va a culminar, por ello es nuestro momento de dar lo mejor de nosotros para dejar un buen recuerdo a todas estas personas, por el colegio San Agustín.
Ya está acabando el año para nosotros, al igual que muchas actividades y demás. Nuestro proyecto ya va a culminar, por ello es nuestro momento de dar lo mejor de nosotros para dejar un buen recuerdo a todas estas personas, por el colegio San Agustín.
Es posible tener buenos
resultados a pesar de que una situación sea difícil y compleja
Este cuarto bimestre no hubiese
sido nada si no hacemos una clara mención a nuestra pollada. Mi comunidad se
estaba quedando sin fondos. Si bien es cierto, ya habíamos logrado cubrir los
gastos de un solo mes pero nada más que ellos. Desde el último registro que
hubo de lo sucedido, ya teníamos dinero para el corto plazo ¿y en el largo
plazo?
Así empezó la desesperación. Ya no
se podía vender después de las actividades del colegio al igual que era muy
difícil salir a las calles y vender. Luego de tanta desesperación al salón se
le ocurrió una idea muy particular: hacer una pollada. Sonaba muy chistoso pero
muy rentable. Iniciamos con esta idea y empezamos a mover a la gente. En mi
caso, fui a cada salón con Alejandro Cervera a anunciar nuestra idea. A la
gente también le sonó extraño, pero finalmente, terminaron comprándonos. Quizá
no el primer día, pero al segundo sí y días siguientes también. Fue bastante
gratificante, porque sabíamos que íbamos a sacar buen provecho de esa venta.
Los resultados fueron
excesivamente buenos. Una recaudación de alrededor de 1400 soles lo cual
cubriría un poco más. Sí, se perdió un poco con algunos gastos, se redujo un
poco el total pero era suficiente de todas maneras. Esta venta fue una gran
muestra de que si todos se ponen de acuerdo, es posible lograr grandes y buenas
cosas.
Efectivamente, mi comunidad pudo
cubrir los gastos pertinentes, aunque bueno, llegó este bimestre Halloween. Por
la festividad, hubo un necesario gasto grande en vestidos y mayor cantidad de
golosinas. Fue bastante grato saber que todos los esfuerzos valieron la pena y
finalmente esos chicos pudieron gozarlo en esa fiesta. Pero ahora nuevamente
teníamos problemas con el dinero.
No todo lo imprevisto es negativo
Para nuestra extraña suerte,
ahora que no teníamos dinero, nos enteramos que el salón de 5to C tenía fondos
los cuales no sabía en qué gastar, pues resultaba que ellos habían estado
ahorrando para realizar un proyecto en un colegio el cual consistía en
construir un muro. Sorpresivamente el estado ya había construido ese muro por lo
que ahora, faltando tan poco tiempo, simplemente ya no era posible buscar un
nuevo proyecto. Este salón decidió donarnos su dinero en razón a que podamos
utilizarlo en un proyecto ya estable. Tal y como lo esperamos, se dio.
Ahora la situación respecto a
todo lo que corresponde a Ciudad de Dios, está controlado. Yo apertura junto a
otros chicos la primera salida de nuestro salón. Donde a base de donaciones,
compras exuberantes y una buena organización, fue posible llevar a cabo una
buena fiesta. Así empezó, nos empezamos a decaer porque era difícil mantener el
proyecto. Conseguir fondos de alrededor de 400 soles era difícil, pero lo
logramos después. Ya ahora teníamos las compras para cada mes y ya designadas
las personas. Ya la organización era precisa. Bastantes cosas ya habían
cambiado, desde quien organizaba las cuentas hasta los planes para obtener
fondos. Ahora somos una comunidad mucho más conjunta y preocupada. Hemos avanzado
como comunidad.
¿Es la aprobación académica único
incentivo para llevar a cabo una actividad escolar?
Estamos a la espera de un último
proyecto en diciembre. Nota ya no es. Ya no importa, después de todo, ya habrá
acabado el colegio para ese momento. Ya no se trata de un compromiso con el
colegio, sino un compromiso con nosotros mismos de poder cumplir nuestra metas
en nuestro último año. No es lo único, también con la institución hay un compromiso.
Nos comprometimos todo el año, y cumpliremos hasta el último año. Quizá ya no
organizaremos la última fiesta de cumpleaños, pero haremos algo más interesante.
Nosotros mismos llevaremos sorpresas por navidad este último mes. Finalmente,
se puede decir que hemos logrado muchas cosas buenas, que nos hemos vuelto más íntegros.
Cada experiencia vivida tanto en el salón como en la casita Ronald Mc Donald. Cada
uno ha aprendido mucho a su manera, ha dado lo mejor de sí y hemos llegado a
ser lo que somos por ello. Nunca se olvidará esta experiencia.
CONOCERSE, ACEPTARSE Y SUPERARSE
Reconocí en mi anteriormente
algunas limitaciones y dificultades. Pero pude ver rápidamente además que si es
posible mejorar a pesar de las adversidades. Que no hay muchas barreras. Solo
soy yo, y si pienso en soluciones las obtendré.
TRABAJA EN COMUNIDAD
Descubrí que necesito apoyo moral
incluso para poder seguir adelante con las actividades. Apoyar al resto. Buscar
soluciones practicas para problemas como secar goma incluso en las manualidades
para aquellas trabajadoras del hogar. Idea que obtuve por ejemplo de una de
ellas.
SIENTE CON LA IGLESIA Y CON EL
MUNDO
Sabemos que nuestros futuros proyectos
ya no serán movidos por una simple nota, ahora va más allá de eso, es poder ser
integros y fieles a nosotros mismo. Comprometernos con algo y cumplirlo, esa
satisfacción de ver felices a las personas es suficiente retribución.