Bitácora N° 3: la primera salida al puericultorio
Verdaderamente, ¡esto es otra
cosa! Por más que me cueste creerlo, y a los otros salones también… ¡qué
hermosa experiencia en el puericultorio! Primero habíamos pasado por la
experiencia de la primera jornada con la promo con distintas actividades. Luego
la limpieza de playas. Pero ahora, nuestra primera salida como comunidad de “ut
unum simus”.

Ya conocíamos nuestro proyecto: refuerzos
de catequesis de primera comunión con los chicos del puericultorio. Y ya desde
el miércoles estábamos preparando todo para que el día sábado la actividad sea
perfecta. El mismo miércoles 15, nos reunimos en el recreo. Asistimos 20
personas al punto de encuentro (salón de ciudad de dios), empezamos a organizar
las primeras actividades, pero por falta de tiempo no se concluyó por lo que
decidimos reunirnos los siguientes días. Los 2 siguientes días cada vez se hicieron más
deprimentes. Cada vez menos gente asistía hasta que solo fuimos puros hombres (7)
el viernes en el segundo recreo y parecía que ya nadie se interesaba. Empezamos
a desilusionarnos porque no nos apoyaban. Peor aún, cada día escuchábamos una
nueva historia de cómo los chicos del puericultorio fueron malos con las
personas del colegio mostrando graves faltas de respeto. Y con este miedo,
fuimos al puericultorio el sábado 18 de abril

Llegamos, y lo mismo, muchos
chicos nos veían extraño. Me hacían sentir un poco incómodo, pero igual
seguimos. Y cuando llegamos, nos encontramos con unos chicos increíbles. Fue gracioso
al principio. De lo nerviosos que lucíamos todos nosotros, pasamos a estar
felices. Nos encontramos con un grupo de chicos dispuestos a colaborar. Rescato
mucho el hecho de que nos hayan prestado atención y nos hayan apoyado al
momento de hacer cada actividad. Participaban y jugaban con nosotros y vimos
como el esfuerzo de algunos empezó a dar frutos.

Empezamos con 3 dinámicas: el
sapo, patos pollos y gallinas y el tío pascal. Desde un inicio, no hubo ningún
tipo de muestra de molestia por parte de los chicos. Aunque pensamos que no
sería así por lo que el resto decía de ellos: “son unos delincuentes”. Verdaderamente
superaron mis expectativas. Y creo que hablo por todo el grupo. Volviendo al
tema, empezamos regalando “ole ole” a cada niño según cumplía con lo indicado y
así cada uno termino recibiendo al menos uno por actividad. La peleaban en
serio porque si se esforzaron. Solo en un inicio quedaron un poco perplejos, quizá
tímidos. Pero paso el rato y nos dimos cuenta que eran buenos mutuamente. Yo si
sentí cariño entre ellos hacia nosotros. Fue, sinceramente, algo extraño. No hubiera
esperado eso de chicos de quienes se cree que son unos desgraciados por la situación
que llevan.

Luego empezaron los juegos. Aquí ya
intervino más el profesor Jesús. Pues como se dijo antes, la organización no había
sido muy buena. Él nos apoyó como ninguno otro lo hubiera hecho procurando también
que nosotros seamos quienes vivan la experiencia. Pero se le atribuye mucho por
la ayuda que nos dio. En estos demostraron más su destreza los chicos, incluso
nosotros. Porque no trata de hacer que ellos hagan lo que nosotros decimos. Sino,
compartir un buen rato con ellos. Entregarles ese tiempo y dedicación que
merecen y muchas veces no reciben. Primero
el juego del barco donde debían agruparse por grupos. Luego el juego del ritmo
ago go. Para esto ya se habían divido en dos grupos con nosotros. 12 en cada
grupo. Y demostraron saber tanto como nosotros. Incluso, Julián, o Luis
miranda, perdían más veces que los chicos.

Por último, empezó lo serio. Marcelo
relató el milagro de Jesús en las bodas de Caná. Le estaba yendo muy bien. Lo gracioso
fue que los chicos le hayan corregido ciertas partes en la historia. Algo que
nos sorprendió bastante es que sepan más que nosotros sobre eso, una vez más,
demostraron ser algo mejor que lo común. Había personajes que ni conocíamos, y
al parecer existían.
Por ultimo nos despedimos de los
chicos acompañándolos hasta su estancia. Me sentí tan bien cuando uno de los
chicos me dijo “adiós, queso” (mi pseudónimo) y me dio la mano. Allí vi que si
hubo bastante identificación por parte de ellos. Y aunque los otros salones
digan que no, yo si quiero volver al puericultorio, y voy con mejor actitud y
altas expectativas esta vez.
SE COMPROMETE Y ESFUERZA:
asistí a
todas las reuniones con mis compañeros. Y a pesar de que el resto no mostró
tanto compromiso, me alegro saber que yo si aporte lo suficiente como para que
ese día haya salido tan bien
ORGANIZA
ACTIVIDADES:
por el trabajo dedicado de cada día, donde elegimos que
actividades poner para que los chicos puedan sentirse más a gusto con nosotros
TRABAJA
EN COMUNIDAD:
sin toda la comunidad que estuvo presente ese día, los
chicos simplemente se hubieran ido. Es por haberles demostrado trabajo de
comunidad, que incluso ellos nos enseñaron a nosotros
SIENTE CON LA IGLESIA Y EL MUNDO:
me parece importante haber ido al puericultorio a compartir mi tiempo. Muchos
no lo harían, pero nosotros sí, y es esta verdaderamente una problemática que
se da en todo el mundo que es importante combatir