sábado, 25 de abril de 2015

Bitácora N° 3: la primera salida al puericultorio

Verdaderamente, ¡esto es otra cosa! Por más que me cueste creerlo, y a los otros salones también… ¡qué hermosa experiencia en el puericultorio! Primero habíamos pasado por la experiencia de la primera jornada con la promo con distintas actividades. Luego la limpieza de playas. Pero ahora, nuestra primera salida como comunidad de “ut unum simus”.


Ya conocíamos nuestro proyecto: refuerzos de catequesis de primera comunión con los chicos del puericultorio. Y ya desde el miércoles estábamos preparando todo para que el día sábado la actividad sea perfecta. El mismo miércoles 15, nos reunimos en el recreo. Asistimos 20 personas al punto de encuentro (salón de ciudad de dios), empezamos a organizar las primeras actividades, pero por falta de tiempo no se concluyó por lo que decidimos reunirnos los siguientes días.  Los 2 siguientes días cada vez se hicieron más deprimentes. Cada vez menos gente asistía hasta que solo fuimos puros hombres (7) el viernes en el segundo recreo y parecía que ya nadie se interesaba. Empezamos a desilusionarnos porque no nos apoyaban. Peor aún, cada día escuchábamos una nueva historia de cómo los chicos del puericultorio fueron malos con las personas del colegio mostrando graves faltas de respeto. Y con este miedo, fuimos al puericultorio el sábado 18 de abril

Llegamos, y lo mismo, muchos chicos nos veían extraño. Me hacían sentir un poco incómodo, pero igual seguimos. Y cuando llegamos, nos encontramos con unos chicos increíbles. Fue gracioso al principio. De lo nerviosos que lucíamos todos nosotros, pasamos a estar felices. Nos encontramos con un grupo de chicos dispuestos a colaborar. Rescato mucho el hecho de que nos hayan prestado atención y nos hayan apoyado al momento de hacer cada actividad. Participaban y jugaban con nosotros y vimos como el esfuerzo de algunos empezó a dar frutos.


Empezamos con 3 dinámicas: el sapo, patos pollos y gallinas y el tío pascal. Desde un inicio, no hubo ningún tipo de muestra de molestia por parte de los chicos. Aunque pensamos que no sería así por lo que el resto decía de ellos: “son unos delincuentes”. Verdaderamente superaron mis expectativas. Y creo que hablo por todo el grupo. Volviendo al tema, empezamos regalando “ole ole” a cada niño según cumplía con lo indicado y así cada uno termino recibiendo al menos uno por actividad. La peleaban en serio porque si se esforzaron. Solo en un inicio quedaron un poco perplejos, quizá tímidos. Pero paso el rato y nos dimos cuenta que eran buenos mutuamente. Yo si sentí cariño entre ellos hacia nosotros. Fue, sinceramente, algo extraño. No hubiera esperado eso de chicos de quienes se cree que son unos desgraciados por la situación que llevan.

Luego empezaron los juegos. Aquí ya intervino más el profesor Jesús. Pues como se dijo antes, la organización no había sido muy buena. Él nos apoyó como ninguno otro lo hubiera hecho procurando también que nosotros seamos quienes vivan la experiencia. Pero se le atribuye mucho por la ayuda que nos dio. En estos demostraron más su destreza los chicos, incluso nosotros. Porque no trata de hacer que ellos hagan lo que nosotros decimos. Sino, compartir un buen rato con ellos. Entregarles ese tiempo y dedicación que merecen y muchas veces no reciben.  Primero el juego del barco donde debían agruparse por grupos. Luego el juego del ritmo ago go. Para esto ya se habían divido en dos grupos con nosotros. 12 en cada grupo. Y demostraron saber tanto como nosotros. Incluso, Julián, o Luis miranda, perdían más veces que los chicos.


Por último, empezó lo serio. Marcelo relató el milagro de Jesús en las bodas de Caná. Le estaba yendo muy bien. Lo gracioso fue que los chicos le hayan corregido ciertas partes en la historia. Algo que nos sorprendió bastante es que sepan más que nosotros sobre eso, una vez más, demostraron ser algo mejor que lo común. Había personajes que ni conocíamos, y al parecer existían.
Por ultimo nos despedimos de los chicos acompañándolos hasta su estancia. Me sentí tan bien cuando uno de los chicos me dijo “adiós, queso” (mi pseudónimo) y me dio la mano. Allí vi que si hubo bastante identificación por parte de ellos. Y aunque los otros salones digan que no, yo si quiero volver al puericultorio, y voy con mejor actitud y altas expectativas esta vez.


 

SE COMPROMETE Y ESFUERZA: 
asistí a todas las reuniones con mis compañeros. Y a pesar de que el resto no mostró tanto compromiso, me alegro saber que yo si aporte lo suficiente como para que ese día haya salido tan bien

ORGANIZA ACTIVIDADES:
por el trabajo dedicado de cada día, donde elegimos que actividades poner para que los chicos puedan sentirse más a gusto con nosotros

TRABAJA EN COMUNIDAD:
sin toda la comunidad que estuvo presente ese día, los chicos simplemente se hubieran ido. Es por haberles demostrado trabajo de comunidad, que incluso ellos nos enseñaron a nosotros


SIENTE CON LA IGLESIA Y EL MUNDO: 
me parece importante haber ido al puericultorio a compartir mi tiempo. Muchos no lo harían, pero nosotros sí, y es esta verdaderamente una problemática que se da en todo el mundo que es importante combatir